Marta de León

Si al acabar el día, miras tu mesa y te desmoraliza la pila de papeles que se amontona … contacta conmigo Si sientes que al dirigirte a tu equipo te miran como si hablaras esperanto, si encargas tareas que no recibes (o no de la manera que quieres) … contacta conmigo Si al final del año no logras sentarte a planificar la estrategia para el siguiente … contacta conmigo Si esta pregunta flota por tu mente “con lo que trabajo, ¿dónde se va el dinero?” … contacta conmigo

Me llamo Marta Estudié Económicas porque mis padres, a mis 18, opinaron que estudiar diseño de joyas era poco conveniente. Tampoco les pareció interesante que estudiara Teleco. Y mucho menos filosofía. Así que, viendo lo claro que tenía mi futuro (nótese la ironía), se impuso la ley familiar y la carrera de económicas fue la que hice. Y tuvo sentido, porque crecí en una familia de empresarios y en los almuerzos y reuniones familiares se hablaba mucho y muy a menudo de las historias de la compañía, que al final era como una criatura más. Pertenezco a la tercera generación que cumplió con la fatídica profecía. Estoy orgullosa de conocer desde dentro tanto la complejidad de la empresa familiar como la singularidad que supone trabajar para jefes “externos”, cosa que hice hasta el año 2018 cuando di un salto y emprendí por mi cuenta. Así que, lo que empezó como una imposición en los estudios, se convirtió en mi pasión. Y así sigue hasta ahora porque continúo ofreciendo servicios de mentoría para gerentes, acompañándolos en las tomas de decisiones y aportando tranquilidad a su día a día. Porque, quieras que no, en todos mis años profesionales he sido gerente durante más de 10 años, he trabajado a las órdenes de distintos jefes, he lidiado con la dificultad de conciliar mi vida particular con la empresa familiar, he conocido sectores tan dispares como el sector industrial, el energético, el farmacéutico, el sector de la información y hasta el sector retail y el de restauración, he capeado con la sequía de tesorería y he disfrutado también de la abundancia de lereles. Todo lo anterior me ha llevado a pensar que TODAS LAS EMPRESAS SON IGUALES. Y a la vez, todas tienen su propia peculiaridad. Si al acabar el día, miras tu mesa y te desmoraliza la pila de papeles que se amontona … contacta conmigo. Si sientes que al dirigirte a tu equipo te miran como si hablaras esperanto, si encargas tareas que no recibes (o no de la manera que quieres) … contacta conmigo. Si al final del año no logras sentarte a planificar la estrategia para el siguiente … contacta conmigo. Si esta pregunta flota por tu mente “con lo que trabajo, ¿dónde se va el dinero?” … contacta conmigo. Si no tienes organizados los informes mensuales, no has priorizado los indicadores que debes controlar … contacta conmigo. Si ya te echa humo la cabeza y no das con la solución para crecer en ventas … contacta conmigo. Si has intentado en varias ocasiones implementar nuevos procesos, abrir nuevas vías de desarrollo, y te has quedado sin fuelle … ya sabes … contacta conmigo.